Después de cinco multitudinarias marchas la juventud peruana logró que el
Congreso de la Republica derogue la ley
del Régimen Laboral Juvenil, más conocida como la Ley Pulpín, la que pretendía recortar derechos laborales a los
jóvenes entre 18 y 24 años. Al final el oficialismo se quedó solo, impotente
ante la fuerza arrolladora de estos nuevos actores de la escena política que
han defendido con todo sus derechos, pero lo principal es el mensaje que han
dejado: que los jóvenes quieren ser
protagonistas principales de este nuevo Perú.
Este suceso es de mucha importancia para el futuro del país, porque
incorpora al escenario político a una legión de jóvenes honestos y capaces que
tienen que liderar el cambio generacional, para reemplazar urgentemente a la
actual clase política corrupta, incapaz y sinvergüenza.
La derecha y sus partidos políticos (Fujimorismo, Aprismo, PPC, Solidaridad
Nacional, etc.) con la miopía de siempre, sin medir las consecuencias y en su afán de desgastar al gobierno de
Ollanta han apoyado la creación de este Frankenstein con un entusiasmo inusitado, poniendo a
disposición de la causa sus diarios y
canales de televisión las 24 horas.
Estos jóvenes a los que ya les acuñaron el nombre de Generación del
Bicentenario, son conscientes del inmenso poder político que tienen y que con un poco de organización pueden conseguir muchas reivindicaciones ya
no solo para su propio beneficio, sino para todos los peruanos. Pero para ello
es imprescindible combatir frontalmente el flagelo de la corrupción, luchando
para que el Poder Judicial cumpla con meter a la cárcel a los gobernantes deshonestos.
Comenzando por los presidentes de la república, presidentes regionales,
ministros, alcaldes, congresistas, etc. que hayan delinquido. Ya es hora de
decir basta de impunidad
El blog Ideas Siglo 21 se regocija por la aparición de este movimiento
de jóvenes esperando que se organicen, se consoliden y que no se contaminen
militando en partidos que son los responsables del incremento de la corrupción
del estado peruano. El maestro Gonzales Prada decía: “En el Perú donde se pone el dedo brota la pus”, un siglo después
esto ha empeorado la corrupción está en todos los estamentos del estado con una
impunidad sin precedentes en la historia peruana. El gran reto de la Generación
del Bicentenario será luchar a muerte contra esta plaga, porque no se podrá
gestar un estado justo, inclusivo y moderno sin desterrar la corrupción
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