domingo, 3 de junio de 2012

Un llamado a la reflexión

Por  la firma del contrato de usufructo entre la comunidad campesina de Conchucos y la empresa Milpo, por el cual la comunidad recibirá 50,2 millones de nuevos soles, de los cuales ya cobró la primera cuota  de 15 millones de nuevos soles y que por acuerdo de asamblea se ha repartido este dinero equitativamente entre todos los comuneros. Este evento en vez de haber traído la felicidad y la armonía en la comunidad, que es lo que todos esperábamos; ha desatado la ambición, la avaricia y el egoísmo de algunos comuneros, que están llevando a cabo una cacería de brujas; promoviendo una purga de sus  propios compañeros que cuanto más grande  sea, mejor, con la lógica de que cuantos menos comuneros sean; más dinero les tocará. 

Las primeras víctimas de esta poda, parece que serán los empleados públicos que están ad portas de ser expulsados irregularmente. Recuerdo que cuando se da el cambio de los estatutos para permitir su ingreso  a la comunidad, varias personas estuvieron en contra. Sin embargo su incorporación fue legal cumpliendo fielmente el reglamento. Además ha pasado ya mucho tiempo y algunos de ellos han ejercido hasta la presidencia de la Comunidad Campesina. 

La expulsión de estos empleados por el simple hecho de servir al estado, no procede, porque ellos se afiliaron a la comunidad de acuerdo al reglamento.  Y si se modificara el estatuto prohibiendo su participación, este regiría solo para los nuevos comuneros, porque ninguna ley, ninguna norma, es retroactiva.

Si a pesar de todo la comunidad decide expulsar a los empleados públicos,  la organización se ganaría un tremendo juicio que a todas luces perdería, porque la ley no está de su parte  y  lo más probable es que los expulsados al final  ganen el juicio y hasta pidan  reparación civil, aprovechando que la comunidad ahora tiene dinero.

Hago una invocación a los comuneros para que  se tranquilicen y que paren esto, porque se puede producir un desborde que se vuelva incontrolable. Suponiendo que se dé la expulsión de los empleados públicos, después­ de ellos quienes seguirán ¿Los ganaderos? ¿Los bodegueros? ¿Los que tienen chacras de su propiedad? ¿Los transportistas?...

Cualquier cambio que quieran hacer en la asociación, háganlo de acuerdo a ley y conforme a los estatutos; mantengan la unión que siempre ha existido en la comunidad y no permitan que el dinero los divida. Cierren este capítulo, dediquen su energía y su tiempo a cosas más importantes, como por ejemplo, ver que la  nueva ubicación de las posas de relave sea la adecuada y que el daño ecológico  de Conchucos por la explotación de la mina Magistral sea mínimo.

Conchucanos, por las riquezas naturales que dios ha dotado a nuestro pueblo va entrar mucho dinero, no se peleen, ha llegado el momento de estar más unidos que nunca, inviertan bien su dinero y  ojalá  que esta bonanza sirva para que  nuestro distrito logre el tan ansiado desarrollo sostenible.