Por la firma del
contrato de usufructo entre la comunidad campesina de Conchucos y la empresa
Milpo, por el cual la comunidad recibirá 50,2 millones de nuevos soles, de los
cuales ya cobró la
primera cuota de 15 millones de nuevos
soles y que por acuerdo de asamblea se ha repartido este dinero equitativamente
entre todos los comuneros. Este evento en vez de haber traído la felicidad y la
armonía en la comunidad, que es lo que todos esperábamos; ha desatado la ambición,
la avaricia y el egoísmo de algunos comuneros, que están llevando a cabo una
cacería de brujas; promoviendo una purga de sus propios compañeros que cuanto más grande sea, mejor, con la lógica de que cuantos menos
comuneros sean; más dinero les tocará.
Las primeras víctimas de esta poda, parece que serán los
empleados públicos que están ad portas de ser expulsados irregularmente. Recuerdo
que cuando se da el cambio de los estatutos para permitir su ingreso a la comunidad, varias personas estuvieron en
contra. Sin embargo su incorporación fue legal cumpliendo fielmente el
reglamento. Además ha pasado ya mucho tiempo y algunos de ellos han ejercido
hasta la presidencia de la Comunidad Campesina.
La expulsión de estos empleados por el simple hecho de servir
al estado, no procede, porque ellos se afiliaron a la comunidad de acuerdo al
reglamento. Y si se modificara el
estatuto prohibiendo su participación, este regiría solo para los nuevos
comuneros, porque ninguna ley, ninguna norma, es retroactiva.
Si a pesar de todo la comunidad decide expulsar a los
empleados públicos, la organización se
ganaría un tremendo juicio que a todas luces perdería, porque la ley no está de
su parte y lo más probable es que los expulsados al final
ganen el juicio y hasta pidan reparación civil, aprovechando que la comunidad
ahora tiene dinero.
Hago una invocación a los comuneros para que se tranquilicen y que paren esto, porque se puede
producir un desborde que se vuelva incontrolable. Suponiendo que se dé la
expulsión de los empleados públicos, después de ellos quienes seguirán ¿Los
ganaderos? ¿Los bodegueros? ¿Los que tienen chacras de su propiedad? ¿Los
transportistas?...
Cualquier cambio que
quieran hacer en la asociación, háganlo de acuerdo a ley y conforme a los estatutos;
mantengan la unión que siempre ha existido en la comunidad y no permitan que el
dinero los divida. Cierren este capítulo, dediquen su energía y su tiempo a
cosas más importantes, como por ejemplo, ver que la nueva ubicación de las posas de relave sea la adecuada
y que el daño ecológico de Conchucos por
la explotación de la mina Magistral sea mínimo.
Conchucanos, por las riquezas naturales que dios ha dotado a
nuestro pueblo va entrar mucho dinero, no se peleen, ha llegado el momento de estar
más unidos que nunca, inviertan bien su dinero y ojalá
que esta bonanza sirva para que
nuestro distrito logre el tan ansiado desarrollo sostenible.