lunes, 21 de enero de 2013

Desestrésate

Mariella Edita Sánchez Pingo

El concepto estrés ha sido tomado de las Ciencias físicas, en las investigaciones sobre las propiedades elásticas de los materiales sólidos.  “Estrés” significaba  la presión externa o fuerza aplicada a un objeto, y determinaba la resistencia de un material ante las fuerzas que actúan sobre él.  Esto apunta al concepto actual del Estrés, como un conjunto de respuestas que nuestro cuerpo produce de forma natural ante situaciones que entiende como amenazantes y ante las cuales la reacción más inmediata es un estado de alerta. Este estado de alerta, si es prolongado, puede llevar al desequilibrio del organismo, esto tiene como consecuencia más cercana a la enfermedad. Aunque hay que tener presente que no todo estrés es perjudicial, el Eustrés o estrés positivo es el que motiva a concretar un objetivo, es estimulante y adaptativo, permite el bienestar emocional de la persona. Por otro lado el Distrés o estrés negativo, produce desgaste y sufrimiento ya que activa inadecuadamente al organismo.  

El estrés está cada vez más presente  en las últimas décadas, esta  nueva generación que va de un lado a otro, con retos y fracasos, valora la rapidez, la eficiencia, buscan ser prácticos, en donde el tiempo es dinero y el dinero es una preocupación diaria. El estrés ha sometido  a todo mundo,  de una u otra forma todos lo hemos sentido ante diferentes situaciones, que generan en nuestro cuerpo reacciones que permiten afrontar las demandas que se presentan. Entonces podríamos hablar del Estrés como respuesta,  esta respuesta  tiene cierta similitud en los seres humanos, es decir los cambios bioquímicos que se dan en el organismo son estereotipados aunque los estresores para cada persona son diferentes. 

El estrés prolongado  debilita las defensas del organismo, de tal forma que pueden generar problemas psicológicos, una enfermedad física o incluso la muerte. Los periodos prolongados de estrés causan:
Enfermedades cardiovasculares (infartos o presión alta), artritis reumatoide, migrañas, calvicie, asma, tics nerviosos, problemas para concentrarse, carácter irritable, tristeza, irregularidad de la menstruación, colitis, dolores de espalda.

El estrés crónico causan algunas patologías como:
Dispepsia, gastritis, ansiedad, frustración, insomnio, colitis nerviosa, migraña, depresión, agresividad, disfunción familiar, neurosis de angustia, trastornos sexuales, disfunción laboral, hipertensión arterial, infarto al miocardio, adicciones, trombosis cerebral, conductas antisociales, psicosis severas. 

Recursos de afrontamiento del estrés


Para afrontar el estrés es necesario tener en cuenta los recursos que se poseen. Los recursos de afrontamiento son elementos externos e internos propios del individuo. Pueden ser:

Recursos físicos, como la salud, la energía y la resistencia. También es un  recurso físico el ambiente donde vivimos, el clima o la estructura física de la vivienda. Por ejemplo, una persona sana afrontara mejor una situación estresante que una persona  enferma; un clima cálido genera mayor disposición y mejor estado de ánimo que un frio invierno.   

Recursos psicológicos, como la capacidad intelectual, autoestima, autonomía, el autocontrol. Por ejemplo, ciertos recursos psicológicos como la capacidad intelectual ayuda a generar mayor número de soluciones para afrontar un estresor. 

Recursos culturales, como las creencias, las normas, los valores. Por ejemplo, si hablamos de creencias, la fe ayuda afrontar con optimismo ciertas situaciones estresantes, como la enfermedad. 

Recursos sociales, como la red social y sistema de apoyo social de quienes obtiene el apoyo emocional; aquí también se incluyen ingresos adecuados, residencia adecuada, satisfacción con el empleo.  Cada vez adquiere mayor importancia este recurso, contar con personas cercanas que brinden  distintas formas de apoyo emocional, está comprobado en casos de enfermedades crónicas  como el cáncer, los pacientes afrontan mejor la quimioterapia cuando cuentan a su alrededor con familiares y amigos. 

Los recursos de afrontamiento con los que se cuenta son elementos valiosos para afrontar acontecimientos estresantes.  Carecer de ellos significaría para la persona estar en desventaja ante las demandas de las situaciones que generan estrés.  

Técnicas para afrontar el estrés
Respiración diafragmática
Consiste en respirar de manera adecuada, como lo hacíamos de recién nacidos. Esta técnica consiste en lograr una respiración profunda, llevando el aire por nuestra nariz, se expulsa de manera más lenta por la boca. 

Relajación muscular progresiva

Consta de tensar y relajar cada grupo muscular del cuerpo progresivamente, iniciando de la cabeza a los pies. La persona debe estar en una posición cómoda y la tensión se gradúa, de tal forma que no cause dolor.  

Imaginación

Consiste en visualizar situaciones agradables que la persona elija o se estimula la imaginación mediante frases o historias dirigidas. La persona debe estar cómoda y con los ojos cerrados o con la mirada dirigida en un punto. 

Técnica de reestructuración cognitiva

Esta técnica trabaja con cogniciones, a fin de reestructurar creencias erróneas o pensamientos deformados. Como la “minimización” que consiste en no preocuparse por el problema y pensar que pronto se solucionara; “distracción” que consiste en pensar sobre aspectos positivos del problema o dirigir la atención hacia otras cosas; “comparaciones sociales” consiste en usar comparaciones selectivas para asegurarse que las cosas podrían ser peor o están mejor que los problemas de otras personas; “reestructuración” consiste en reinterpretar la situación de tal manera que ya no se conciba como problemática.  

Estas técnicas nos permitirán prevenir o enfrentar las situaciones potencialmente estresantes con éxito. No es posible eliminar el estrés de nuestras vidas pero  si podemos reducirlo con un entrenamiento adecuado en estas técnicas. 

Claves para afrontar el estrés

  •  Contar con buena forma física
  • Tener un ritmo adecuado de sueño y descanso.
  • Tener tiempo de ocio
  • Desarrollar el pensamiento positivo.
  • Desarrolla el sentido del humor.
  • Mejorar habilidades sociales.
  • Aprender técnicas del afrontamiento del estrés.
Así que ya conocemos qué es estrés, con qué recursos contamos, algunas técnicas de afrontamiento y claves para afrontar el estrés. Desde ahora a practicar y usar nuestras fortalezas en beneficio de nuestra salud mental y física.
A desestresarnos día a día.  

Estudiante de Psicología de la Universidad Nacional Mayor de San Marcos