Mariella
Edita Sánchez Pingo
El
concepto estrés ha sido tomado de las Ciencias físicas, en las investigaciones
sobre las propiedades elásticas de los materiales sólidos. “Estrés” significaba la presión externa o fuerza aplicada a un objeto,
y determinaba la resistencia de un material ante las fuerzas que actúan sobre
él. Esto apunta al concepto actual del
Estrés, como un conjunto de respuestas que nuestro cuerpo produce de forma
natural ante situaciones que entiende como amenazantes y ante las cuales la
reacción más inmediata es un estado de alerta. Este estado de alerta, si es
prolongado, puede llevar al desequilibrio del organismo, esto tiene como
consecuencia más cercana a la enfermedad. Aunque hay que tener presente que no
todo estrés es perjudicial, el Eustrés o estrés positivo es el que motiva a
concretar un objetivo, es estimulante y adaptativo, permite el bienestar
emocional de la persona. Por otro lado el Distrés o estrés negativo, produce
desgaste y sufrimiento ya que activa inadecuadamente al organismo.
El
estrés está cada vez más presente en las
últimas décadas, esta nueva generación
que va de un lado a otro, con retos y fracasos, valora la rapidez, la
eficiencia, buscan ser prácticos, en donde el tiempo es dinero y el dinero es
una preocupación diaria. El estrés ha sometido
a todo mundo, de una u otra forma
todos lo hemos sentido ante diferentes situaciones, que generan en nuestro
cuerpo reacciones que permiten afrontar las demandas que se presentan. Entonces
podríamos hablar del Estrés como respuesta,
esta respuesta tiene cierta
similitud en los seres humanos, es decir los cambios bioquímicos que se dan en
el organismo son estereotipados aunque los estresores para cada persona son
diferentes.
El
estrés prolongado debilita las defensas
del organismo, de tal forma que pueden generar problemas psicológicos, una
enfermedad física o incluso la muerte. Los periodos prolongados de estrés
causan:
Enfermedades
cardiovasculares (infartos o presión alta), artritis reumatoide, migrañas, calvicie,
asma, tics nerviosos, problemas para concentrarse, carácter irritable,
tristeza, irregularidad de la menstruación, colitis, dolores de espalda.
El
estrés crónico causan algunas patologías como:
Dispepsia,
gastritis, ansiedad, frustración, insomnio, colitis nerviosa, migraña,
depresión, agresividad, disfunción familiar, neurosis de angustia, trastornos
sexuales, disfunción laboral, hipertensión arterial, infarto al miocardio,
adicciones, trombosis cerebral, conductas antisociales, psicosis severas.
Recursos
de
afrontamiento del estrés
Para
afrontar el estrés es necesario tener en cuenta los recursos que se poseen. Los
recursos de afrontamiento son elementos externos e internos propios del
individuo. Pueden ser:
Recursos
físicos, como la salud, la energía y la
resistencia. También es un recurso físico
el ambiente donde vivimos, el clima o la estructura física de la vivienda. Por
ejemplo, una persona sana afrontara mejor una situación estresante que una
persona enferma; un clima cálido genera
mayor disposición y mejor estado de ánimo que un frio invierno.
Recursos
psicológicos,
como la capacidad intelectual, autoestima, autonomía, el autocontrol. Por ejemplo,
ciertos recursos psicológicos como la capacidad intelectual ayuda a generar mayor
número de soluciones para afrontar un estresor.
Recursos
culturales, como las creencias, las normas, los valores.
Por ejemplo, si hablamos de creencias, la fe ayuda afrontar con optimismo
ciertas situaciones estresantes, como la enfermedad.
Recursos
sociales, como la red social y sistema de apoyo
social de quienes obtiene el apoyo emocional; aquí también se incluyen ingresos
adecuados, residencia adecuada, satisfacción con el empleo. Cada vez adquiere mayor importancia este
recurso, contar con personas cercanas que brinden distintas formas de apoyo emocional, está
comprobado en casos de enfermedades crónicas
como el cáncer, los pacientes afrontan mejor la quimioterapia cuando
cuentan a su alrededor con familiares y amigos.
Los
recursos de afrontamiento con los que se cuenta son elementos valiosos para
afrontar acontecimientos estresantes.
Carecer de ellos significaría para la persona estar en desventaja ante las
demandas de las situaciones que generan estrés.
Técnicas para afrontar el estrés
Respiración diafragmática
Consiste
en respirar de manera adecuada, como lo hacíamos de recién nacidos. Esta
técnica consiste en lograr una respiración profunda, llevando el aire por
nuestra nariz, se expulsa de manera más lenta por la boca.
Relajación muscular progresiva
Consta
de tensar y relajar cada grupo muscular del cuerpo progresivamente, iniciando
de la cabeza a los pies. La persona debe estar en una posición cómoda y la
tensión se gradúa, de tal forma que no cause dolor.
Imaginación
Consiste
en visualizar situaciones agradables que la persona elija o se estimula la
imaginación mediante frases o historias dirigidas. La persona debe estar cómoda
y con los ojos cerrados o con la mirada dirigida en un punto.
Técnica de reestructuración cognitiva
Esta
técnica trabaja con cogniciones, a fin de reestructurar creencias erróneas o
pensamientos deformados. Como la “minimización” que consiste en no preocuparse
por el problema y pensar que pronto se solucionara; “distracción” que consiste
en pensar sobre aspectos positivos del problema o dirigir la atención hacia
otras cosas; “comparaciones sociales” consiste en usar comparaciones selectivas
para asegurarse que las cosas podrían ser peor o están mejor que los problemas
de otras personas; “reestructuración” consiste en reinterpretar la situación de
tal manera que ya no se conciba como problemática.
Estas
técnicas nos permitirán prevenir o enfrentar las situaciones potencialmente
estresantes con éxito. No es posible eliminar el estrés de nuestras vidas pero si podemos reducirlo con un entrenamiento
adecuado en estas técnicas.
Claves para afrontar el estrés
- Contar con buena forma física
- Tener un ritmo adecuado de sueño y
descanso.
- Tener tiempo de ocio
- Desarrollar el pensamiento positivo.
- Desarrolla el sentido del humor.
- Mejorar habilidades sociales.
- Aprender técnicas del afrontamiento del
estrés.
Así
que ya conocemos qué es estrés, con qué recursos contamos, algunas técnicas de
afrontamiento y claves para afrontar el estrés. Desde ahora a practicar y usar
nuestras fortalezas en beneficio de nuestra salud mental y física.
A
desestresarnos día a día.
Estudiante de Psicología de la
Universidad Nacional Mayor de San Marcos